Sinopsis: Fernando está convencido de que tiene la peor suerte del mundo: murió su perro, se quedó sin escuela, lo dejó su novia, se fracturó la mano y, para colmo, está por heredar un hotel abandonado que ha pertenecido a la familia de su padre, a quien no ha visto en años y quien se encuentra muy enfermo. Como no tiene nada que perder, decide acompañar a su tía Queta y a su primastra Catalina a Costaverde para recibir la herencia. En medio de aquel viaje, lleno de secretos, recuerdos e historias de fantasmas, Fer desarrollará una amistad que lo cambiará profundamente. Pero nada es lo que parece.
Mi opinión:
Leí este libro en un club de lectura. Había como 3 libros, pero con este había sesión con el autor. Además, la sinopsis me atrapó. Si bien este libro está pensado como juvenil, para mayores de 12 años, lo podría leer cualquiera. Toca temas fuertes con toda la delicadeza posible, y el autor investigó mucho antes de escribirlo. Por ejemplo, el abandono, divorcio, las familias diferentes, ya que cuando su mamá se divorcia de su papá, se vuelve a casar y tiene otra hija, que es su hermanastra, Cristi; también la autolesión, la ira, la violencia y sobre todo lo importante que es saber pedir ayuda....
Fernando es quien nos cuenta su historia en primera persona, como llegó su tía y su primastra, y todo lo que le pasó en Costaverde; pero también empieza a recordar un viaje que realizó con su papá cuando era más niño, y que tenía enterrado en su memoria, y es cuando se da cuenta de muchas cosas que tal vez en ese tiempo no entendía del todo. La historia va intercalando entre el presente y el pasado. Así que su viaje termina siendo de conocimiento y reconciliación.
No quisiera contar mucho más, ya que creo que es un libro que vale mucho la pena leer, no importa la edad que tengan, y es muy pequeño y fácil de leer. Si hay fantasmas, o sucesos paranormales, pero también se refiere a sus propios fantasmas internos y la necesidad de que salgan a la luz.